Monumentos p. 3 - Gabi Dolff-Bonekämpers Homepage

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Monumentos p. 3

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condicionan mutuamente en una relación dialéctica. Un colega inglés comentaba el caso de cómo había incidido esta cuestión identitaria en la calificación patrimonial de un castillo en el límite entre Inglaterra y Gales: unas pocas semanas después de haberse llevado a cabo un cambio de jurisdicción determinado por la central londinense de English Heritage a favor de la sucursal galesa,se modificó radicalmente la calificación de dicho monumento ya que a partir de ese momento, el castillo y su historia eran considerados desde el otro lado de la frontera.

Existen casos equivalentes dentro de los límites de un mismo país, como por ejemplo a lo largo de las líneas de fractura que se originan entre los grupos sociales y políticos, es decir en el territorio ideológico. Esto ocurrió por ejemplo,poco tiempo después de la caída del estado socialista alemán, cuando se reescribieron los argumentos para fundamentar la protección del monumento de Lenin, una escultura de NikolaiTomaskien Berlin-Friedrichshain. El texto de la RDA de los años setenta elogiaba las contribuciones de Lenin, mientras que el texto posterior a la caída del Muro realzaba la fuerza testimonial del monumento para la historia y la ideología de la RDA. A pesar de ello, las causales invocadas en dicho planteo no tuvieron éxito y el monumento fue desmantelado en noviembre de 1991.

Otro ejemplo actual y candente en la ciudad de Berlín consiste en el "Palacio de la República", el parlamento de la RDA ubicado en la ex Berlín Oriental: para algunos es un monumento histórico, o mejor dicho un lieude mémoire de gran fuerza integradora, mientras que para otros sólo constituye un edificio bastante feo de los años setenta que obstaculiza la reconstrucción del palacio Berliner Stadtschloss que fue dinamitado en lo saños cincuenta para erigir en su lugar el "Palacio de la República". Pese a sus dedicados intentos, los especialistas en conservación del patrimonio no hemos logrado generar un consenso en este caso. Por el contrario: este monumento que oficialmente ni siquiera debe ser denominado como tai, no propaga el consenso sino que genera enfrentamientos.

Si en lugar de contribuir solamente a la consolidación de ciertas identidades grupales y de sus delimitaciones territoriales e ideológicas, la conservación de los monumentos históricos refleja en cambio estas fronteras e intentara modificarlas y desplazarlas, se transforma en un actor visible, y en ocasiones eficaz, en el escenario de la historia contemporánea; ese fue el caso de Berlín después de la caída de la RDA. Cuando eso ocurre, el patrimonio cultural adquiere cada vez más significado político y la conservación de los monumentos históricos gana cada vez más importancia, tal como está ocurriendo ahora tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

En la actualidad, la sección de Cultural Heritage del Consejo Europeo se propone redactar una resolución en la que los monumentos arquitectónicos, es decir el patrimonio cultural de los 41 estados miembros, sean considerado como un medio para la negociación y el debate democráticos en torno a la valoración actual de los numerosos conflictos interestatales y nacionales en la historia europea. A través de la elaboración minuciosa de las diferencias ylos disensos que han sido transmitidos tanto en el texto como en el subtexto del patrimonio cultural, se intenta llegar más cerca del objetivo por cierto utópico de una paz política, social y cultural, para que deje de estar en ese lugar lejano e inalcanzable y se vuelva más asequible.


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